Hola a todos!!! Después de tantos días sin escribir es un alivio poder decir que tengo una entrada nueva! Siento no poder haber escrito nada antes, y no fue porque no haya leído libros, sino porque he tenido exámenes en la universidad y he tenido que recuperar una en junio :(, pero he de decir que la he aprobado! Todo el esfuerzo y empeño puesto en esa asignatura ha dado su fruto :)
Hace nada he vuelto de vacaciones, he pasado unos días en la playa con unos amigos. He descansado, disfrutado y puesto morena ;), por lo que ya tengo las pilas cargadas para volver a escribir en mi blog, y además, escribir algo de mi novela (haré una entrada especial para comentar algo más sobre esto). Así pues, vamos allá.
Hoy os traigo la reseña de este magnífico libro escrito por Paula Hawkins. Cabe decir que siempre me llamó la atención por la portada, ya que cada vez que pasaba por una librería lo veía en el escaparate. Al principio, antes de ver cualquier resumen o crítica sobre él, pensé que se trataba de algún libro romántico donde un chico se enamora de una chica mientras los dos iban el tren, una historia bastante típica ;), así pues, no me decidía a tenerlo entre mis manos. Sin embargo, un día decidí hacerme un regalo a mí misma por acabar en mayo los exámenes y distraerme antes de empezar a estudiar para el dicho examen antes comentado de junio. Y voilá, me lo compré, y me gustó bastante.
El libro cuenta la historia de Rachel Watson, una mujer divorciada que tiene problemas con el alcohol y aún no puede olvidar a su exmarido Tom. Visto así, parece una historia bastante normal, pero una vez que empiezas a leerlo, cambias totalmente la opinión sobre él. Está escrito como si fueran un diario, mezclando a veces el tiempo para crear suspense o para aclarar ciertas cosas, sin embargo, la autora sabe mantenerte en suspense línea tras línea y te hace creer de todo menos la verdad. Lo que más me ha sorprendido, es la facilidad con la que te pones en el lugar de los personajes, sobre todo con Rachel, con la que a veces lloras por su situación, y otras veces tienes ganas de darle un puñetazo para que arregle su vida y no decaiga.
Es una historia que te seguirá cuando vayas a dormir, o incluso cuando vayas de compras o veas una botella de vino, o más apropiado en este caso, unas latas de gintonic. Y como buena historia de misterio, el final te dejará con un sentimiento raro, como si quisieras seguir la historia porque no puedes desprenderte de los personajes. Eso sí, el libro no te explica ese final o el por qué, y es simplemente porque no necesita explicación. Tú sabes por qué, lo sabes porque has estado viendo a esos personajes y sentido lo que ellos sentían en ciertos momentos: sus miedos, alegrías, sospechas, venganza, envidia, odio... Ellos mismos te lo han explicado.
En definitiva, un libro totalmente recomendado.
